Es
el primer día de clase, maleta llena de ganas, la pizarra limpia
impoluta esperando con ansia los primeros trazos del curso, te das la
vuelta un momento y.... descontrol. ¿Qué harías tú el primer día de
clase?...
Para empezar a dar clase, hay una serie de consejos que es bueno cumplir:
El
primero de todo es la puntualidad, eres el maestro. Como adulto y
modelo de referencia para tus alumnos es importante llegar siempre a
tiempo, incluso unos minutos antes. Si es la primera hora del día, puede
ser una buena idea antes de empezar las clases o subir al aula,
preguntar a alguno de tus alumnos como fue el día anterior o si es
lunes, el fin de semana.
Una
vez hayamos entrado en clase en clase nunca está mal empezar con un
saludo a nuestros alumnos. Debe ser un saludo enérgico y que conlleve
una fuerte actitud postural. Además de demostrarles respeto y educación,
ayuda a que los alumnos que suelen estar a veces de pie o en las
taquillas oigan nuestra voz e interioricen que hemos llegado a clase.
Durante
la clase, debes intentar mantener el foco de atención hacia ti, para
ello es importante seguir normas básicas como: evitar sentares, variar
el tono de voz, comprobar y mantener un feedback, es decir asegurarte
que tus alumnos te están prestando atención. ¿Cómo hago esto?. Muy
fácil, preguntemos a los alumnos si lo han entendido, su opinión acerca
de lo explicado o la típica pregunta: -¿Dudas?-
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